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Así como cuidas otras zonas de tu cuerpo muy importantes, la zona de tu órgano sexual debe tener una higiene íntima muy especial ya que es importante para no tener ningún tipo de patología.
Cuando hablamos de higiene íntima nos referimos específicamente al cuidado y el aseo de la zona genital externa llamada vulva. Es bueno diferenciarlo porque a veces las personas al hablar de la higiene íntima creen que nos estamos refiriendo a la vagina algo que no es correcto.
Entonces, la vagina, quien forma parte de la zona interna es aquella zona de la mujer que se dilata en el momento de la penetración. Ésta recibe lubricación por sí sola y se limpia también autonómicamente por lo cual no debe lavarse. Si lo hiciéramos lo que estaríamos generando es que el PH natural se vea alterado. Por ese motivo es que ya no se usan más los llamados lavados vaginales, algo que durante mucho tiempo estuvo de moda.
Si por algún error el PH se llevara a modificar, no podría cumplir su función principal de compartir todos los agentes nocivos que ayuda a prevenir el efecto de las bacterias en general.
Realizar una higiene íntima femenina correcta es imprescindible para la salud de la mujer. La higiene íntima se realiza a través de una técnica de lavado correcta con el fin de no generar ese desequilibrio en el PH que comentamos anteriormente.
La higiene debe hacerse en la parte exterior, fundamentalmente en la zona de los labios. Puedes usar un tipo de producto especial con el fin de limpiar mejor la zona, pero con jabón neutro y con agua para quitar todos los residuos sería más que suficiente.
Muchas mujeres también se preocupan por limpiar e higienizar la zona después de ir al baño, ya sea porque cuentan con un video o porque tienen toallitas húmedas especiales. En este caso deben hacer la limpieza de adelante hacia atrás, no al revés porque de lo contrario harías que las bacterias de la zona del ano pasen hacia la zona delantera de la vagina.
Las infecciones suelen ser las enfermedades más comunes en lo que se refiere al hecho de tener una mala higiene íntima femenina o insuficiente. Se pueden ver de distintas formas. Con el fin de evitar infecciones, puedes llevar adelante distintos tipos de hábitos como por ejemplo, el hecho de evitar el uso de ropa ajustada, el ponerte tangas varios días seguidos, evitar el calor la humedad, la sudoración en el ejercicio, algunos antibióticos que vayan a modificar tu flora vaginal, actividad sexual con mucha frecuencia sin protección, usar lubricantes con productos químicos o dejar el semen en el interior de la vagina. Si evitas todo ello vas a conseguir que tu PH se mantenga siempre equilibrado y en los niveles correctos.
No se trata de que dejes de hacer todo lo anterior, sino que lo disminuyas al máximo posible. Si eres de las chicas que utilizan tampones, intenta que esto sea limitado y que durante la regla vayas alternando con toallitas íntimas.
En lo que se refiere a los productos especiales para la higiene íntima femenina como por ejemplo los shampoo o jabones líquidos íntimos, se pueden llegar a utilizar pero lo que hay que intentar en todos los casos es que nunca llegue este tipo de jabón a la vagina. La técnica en estos casos es igual a como lo haces con un jabón neutro: te mojas la zona, la lavas con el producto y la vuelves a enjuagar para que no quede ningún tipo de resto ya que esto podría llegar a causarte dolor y picazón.
En cuanto al uso de los lubricantes íntimos hay que tener en cuenta que estos a veces pueden llegar a tener algún tipo de efecto en el PH, con lo cual, hay que tener cuidado con los componentes en que está creado y no abusar de ellos salvo que sean lubricantes naturales en donde esté comprobado que no harán ningún efecto extra.
Para terminar, la higiene íntima femenina es fundamental para evitar las infecciones y otro tipo de patologías que puedes llegar a sufrir. Así que tenlo en cuenta y que se transforme en un hábito real la higiene íntima femenina en tu caso.