Nos gusta, nos encanta, y hasta muchas veces nos excede. Aunque para algunos puede parecernos un tema chistoso, lo cierto es que para muchas personas el tema sexo se ha convertido en el gran problema de su vida.
Por muy gustoso sea, y por mucho placer que nos proporcione, el sexo puede convertirse en un gran infierno si no sabemos controlar algunos aspectos que muchas veces son externos y nos atraviesan de manera fatal.
En un mundo con tanta estimulación al alcance de la mano, (películas, libros, videos en internet, fotografías, etc.) es muy difícil no dejarse llevar por la tentación de estar estimulándose gran parte al día. Sin embargo, debemos reflexionar sobre lo que es estar excitado todo el rato, y no tener importancia en tener relaciones, en cualquier horario, en cualquier lugar, con alguien mayor, con alguien menor, con alguien que nos atrae, con quien no. La adicción al sexo es eso: tener ganas de relaciones sexuales sin importar el momento, el lugar o la persona.
Esto no quiere decir de ninguna manera que quien consuma periódicamente estas formas estimulantes tenga una vida insana, sino más bien todo lo contrario, es una persona cabal en una vida normal. El problema aparece cuando los síntomas empiezan a hacerse presente y empezamos a tener una vida diferente.
La adicción sexual está considerada como el deseo intenso y permanente de tener sexo, en donde también se incluye la masturbación como foco del problema. Sin embargo, empieza a considerarse adicción en una persona cuando ésta ya no la puede controlar y empieza a salirse de su propio control provocando un impacto negativo en su vida.
¿Cómo es posible? ¿Cómo nos damos cuenta? Simplemente cuando al tener un acto sexual ya no nos proporciona satisfacción o placer, nos cuesta excitarnos y por supuesto nos masturbamos muchas veces al día. Quienes tienen adicción al sexo generalmente se sienten confusos después de una relación y vacíos ya que no les ha sido suficiente.
Esto es muy similar a los síntomas que se sienten cuando una persona es adicta a las drogas o al alcohol. La sensación que podría definir la situación es la obsesión.
Cuando se sufre de adicción al sexo, este tema pasa a ser el más importante de nuestras vidas, generando entonces que tanto la vida laboral, profesional como la vida familiar se termine viendo afectada. Por ese motivo hay que controlarlo. Si sufres de adicción al sexo, no dudes en consultar con un profesional que te ayude a superarlo y a tener una vida sexual sana a su justa medida.