Aunque la mentalidad ha cambiado mucho en los últimos años, aún en los tiempos más recientes donde parece estar todo aceptado el tema de tener sexo anal suele tomarse como tabú, sobre todo en las mujeres. Es un tema tanto complicado, no solamente tratándose de la experiencia de una misma sino también de las amigas que nos lo cuentan. Escucharlo suele producirnos un sentimiento de rechazo, debido a que lo vemos relacionado con lo sucio, lo doloroso, lo feo. Sin embargo, es de total normalidad que muchas quieran experimentar qué se siente y la buena noticia es que existen técnicas fisiológicas que permiten que el momento sea totalmente placentero, no obstante hay que saber estimularlo y llegar a conseguir ese punto, por tanto para ello es bueno que siempre se tengan presente estos consejos para que el sexo anal no duela:
- Relajarse: aunque se sepa que se va a pasar por un momento así, toda mujer que quiera experimentarlo debe estar relajada y no pensar en lo que sucederá, dado que de lo contrario solo se logrará que la mujer esté tensionada. Del mismo modo debe estarlo la pareja.
- Excitarse: no es aconsejable bajo ningún punto de vista realizar sexo anal en frío. El estado de excitación debe ser mayor que el normal, si es posible. Esto no sólo permitirá que los músculos se relajen lo suficiente, sino que además aumentará la libido y las ganas de explorar nuevas experiencias será mayor.
- Usar lubricante: además de que es útil y recomendable para cualquier penetración, es importante que para realizar sexo anal, cuando se sientan listos, utilicen lubricante que facilite el momento. Sin embargo, es importante que exista la suficiente confianza para que puedas pedirle a tu pareja que sea suave y que frene cuando tú lo desees.
- Posturas: es importante no caer en los mitos sexuales comunes que son divulgados por ahí. Para realizar sexo anal no hay una postura exacta. Se puede hacer como se desee. Al tratarse de sexo todo es válido, excepto que se perjudique al otro. Por tanto puedes ponerte en cuatro patas, pueden hacerlo de pie, acostados o bien realizar el propio misionero. Cualquier postura es la correcta, lo que importa es que ambos se sientan cómodos.
- Controlar los movimientos: Debes saber de antemano que la persona que recibe sexo anal es la encargada de controlar los movimientos, aunque puedes ir pidiendo lo que realmente te apetezca, también puedes salirte en el caso de que no sientas placer.