El sexo público es la fantasía de muchas parejas. El tema de llevarlo a cabo es que la mayoría no sabe cómo hacerlo. La adrenalina, el suspenso, la emoción, el deseo y la ansiedad que produce son demasiado grande como para andar controlando que no venga nadie. Llamada técnicamente como:
Agorafilia: atracción por tener encuentros íntimos en lugares públicos, su práctica puede traer varios problemas sociales y legales que pocos están preparados para pasar.
No obstante como cualquier otra fantasía sexual, no tiene por qué dejarse de lado. El tema es ser lo suficientemente precisos para que no encuentren a nadie en estas condiciones, para que luego no afecte la vida moral de cualquier persona. Por eso si las dos partes están dispuestas a hacerlo alguna vez y quieren saber cuáles son las mejores maneras de llevarlo a cabo, no olvides nunca estas posiciones para el sexo público:
- Baño público: el baño público es uno de los lugares más riesgosos para tener sexo público, sobre todo si se trata de un boliche o bar en donde continuamente están controlando el contacto que los hombres tienen con las mujeres, mucho más si es de esos lugares que siendo prohibidos para menores se dan un permiso de vez en cuando. Por ello si quieren hacerlo en un lugar como este, lo mejor es que hagan la postura del abrazo. Nada de gemidos ni movimientos intensos, deberán controlarse, él cargándote y tú abrazándolo con las piernas rodeadas a su cintura y claro, controlando siempre la entrada y la salida.
- Probador: para hacerlo en el probador de una tienda lo mejor que se puede elegir es un lugar que sea muy frecuentado y que haya gente todo el tiempo, para que la posibilidad de ser descubiertos sea menor, del mismo modo que la tienda sea de chicas. Una vez dentro del probador deben simular que su pareja los está viendo. Por eso siempre irás tu por delante y él por detrás. Si hay silla para dejar la vestimenta, deja que él se siente en ella, y tú siempre por delante.
- Coche: claro que no habrá mejor opción que un misionero, ya que el coche no es demasiado grande, siendo tú la que marcas el ritmo todo el tiempo. La clave estará en elegir el lugar en el que se haga, buscando una zona en donde los patrulleros no circulen continuamente.