Existen muchas historias y mitos sobre el tema, y parece que ninguna tiene la definición exacta de lo que realmente se trata como eyaculación femenina. De hecho gracias a esta problemática hoy en día exiten casos de personas que ponen en duda sobre la posible eyaculación femenina, si esta existe o no, y desean encontrarla como si fuera un tesoro.
Por empezar, a pesar de todo el material que las personas han tenido al alcance de su mano en lo que consta la historia de la humanidad, hoy en día los especialistas siguen experimentando e interviniendo el cuerpo de la mujer sin considerar la posibilidad de que esto sucede simplemente por una falta de información. Las mujeres no tienen perdida de orina en la excitación y en el orgasmo, simplemente tienen la misma capacidad natural que el hombre: eyacular.
Este tema es un tema delicado al tratarse de la sexualidad de la mujer, puesto que en la mayoría de los casos y de los estudios pareciera que se ve minorizado y por consecuente desvalorizado. No se trata de un caso en donde los grupos feministas y defensores de mujeres deberían hacer hincapié en su lucha, sino simplemente de un hecho que todas las personas activas deberíamos manejar. Para ello, no solamente se trata de hablar del tema, sino también de empezar a fomentar la investigación (sin tener que llegar a las diferentes intervenciones quirúrgicas) y no quedarnos anclados en las mujeres y el acto sexual para la reproducción. Debería interesarnos como se da el funcionamiento correcto en la mujer y su sexualidad, su excitación y su capacidad de manifestar el impulso pasional y orgásmico que lleva dentro cuando mantiene relaciones sexuales.
¿De qué se trata la eyaculación femenina?.
Muchas mujeres al llegar al climax y experimentar el orgasmos segregan un fluido que se da a través de la uretra. Si alguna vez has sentido nombrar a las glándulas Skene deberías saber que ellas son las responsables de este fenómeno en la mujer. Ellas mismas están situadas en la pared anterior a la vagina rodeando a la uretra, muy cercano a lo que todos conocemos como punto G (cabe aclarar que no es lo mismo). Es importante saber que como todo cuerpo de la mujer el tamaño y la capacidad de las mismas variaran dependiendo cada una, de hecho solo el 80% de las mujeres las poseen.