Parece que tener que evitar el sexo entre amigos fuera una ley primera. Claro que es una cuestión de códigos y que muchas veces uno lo hace para evitar el quiebre de la relación. Sin embargo, la mayoría de las personas ignoramos que tener sexo con amigos no solamente fortalece la amistad entre los pares sino que (en tanto y en cuanto no haya una parte floja) fortaleza la confianza y la intimidad en la relación.
Si nos podemos a charlar con apenas 10 personas de forma discreta puede hacerse la prueba- notaremos que por lo menos 7 de las tales han tenido relaciones frecuentes o esporádicas con un amigo alguna vez, y que a pesar de que ahora están involucrados sentimental y físicamente, la práctica del sexo no ha influido de mala manera en su relación sino que la ha hecho más divertida y fuerte.
Por supuesto un aspecto importante es tener muy en claro lo que somos de la otra persona, y lo que seguiremos siendo, al igual que hasta donde estamos dispuestos a llegar. Si una de las partes empieza a sentir emociones más fuertes, o las está empezando a tener, lo mejor sería que los derechos que nos tomamos con nuestros amigos sean hablados o se acaben de una vez.
Sin embargo, el sexo también fortalece los lazos puesto que, como es de imaginar, en muchos de los casos las dos partes se vieron muy involucradas sentimentalmente y decidieron llevar la pareja adelante. Lo enriquecedor se ve reflejado en la libertad con que después la pareja vive la relación. Cuando se trata de un amigo no solamente ponemos en juego nuestro cariño sino también nuestra confianza, y somos incapaces de reprochar o invadir su vida con nuestro querer. Una pareja que nace del sexo entre amigos sabrá muy bien cómo tratar a su compañero puesto que ya han tenido un trato fiel anteriormente que no deberá cambiar después de haber pasado por la cama.
Es importante que todos recordemos que asumir que el sexo entre amigos es malo es un error que deriva de una leyenda urbana, o un mito. No se necesita un contexto romántico para el sexo, se necesitan dos personas dispuestas a pasarla bien y que se atraigan. Claro que cada uno conocerá su propio límite y pondrá sus reglas, pero después de todos los amigos siempre han estado para jugar.