Así como los vemos y los sentimos, los hombres al momento de ir a la cama son muy misteriosos. Sin embargo, ningún cofre del tesoro es imposible de abrir y conocer que hay en su interior. A diferencia de las mujeres ellos se llevan mejor con las reglas del hermetismo, lo que no significa que no sean capaces de abrir su corazón para contar que les sucede. Sin embargo si quieres conocer cómo se sienten los hombres en la cama sin tener que preguntárselo recuerda:
- No en todas las ocasiones tienen ganas de hacer el amor: aunque seguramente su crianza y la sociedad (en mayor parte) machista se lo exige, a veces los hombres no tienen ni la fuerza ni la voluntad de hacer el amor. Y esto no tiene nada que ver con la pareja, simplemente se ven afectados por el estrés o el estado de ánimo. No hay que tomarse nada a personal, y tratar de acompañarlo.
- No a todos los gustan los tríos: decir que todos los hombres fantasean estar en la cama con dos mujeres, con dos hombres, o con uno de cada sexo es un gran error. A veces sus fantasías solo se ocupan de su pareja o la persona con la que desean estar. No hay que prejuzgarlos solo preguntarles que es lo que realmente quieren.
- Ellos también son capaces de fingir: orgasmos o que la están pasando bien. Aunque se creen que las reinas del acto de fingir son las mujeres, lo cierto es que en muchas ocasiones los hombres optan por hacerlo. No les gustan, se sienten aburridos, o simplemente no es el día adecuado, pero no quieren herir el ego y la autoestima de su compañera entonces confían en su mejor actuación.
- A muchos les interesan los juguetes sexuales: la mayor cantidad de personas nos podría decir que a los muchachos los juguetes sexuales los intimidan, los ponen celosos y los hacen sentir inferiores. Sin embargo a algunos hombres les gustan y mucho. No solamente disfrutan de su uso, sino que también los estimula y les ensaña a aprender que es lo que les gusta a su pareja en el sexo sin tener que preguntárselo.
- Les gustan mucho los mimos: claro que no lo dicen como las mujeres, pero a los chicos les encantan que los mimen una vez acabado el acto sexual. Son tan amorosos como las chicas, y sienten exactamente el mismo desprecio si al terminar una se da vuelta y duerme.