Cuando de ejercicio se trata todo deportista tiene muy en claro que para un máximo rendimiento no solamente el cuerpo debe estar en condiciones adecuadas sino también la mente. Las emociones y los humores influyen directamente en la actividad física, por ello siempre será recomendable tener una vida sexual activa si se quiere llegar siempre a la meta.
Contrario a lo que se piensa comúnmente -que el sexo es una práctica desbastadora antes de realizar un deporte- los expertos de la firma deportiva Brooks Running a través de una encuesta a hombres y a mujeres han establecido un porcentaje de que el 50% de los deportistas que tienen sexo rinden más que los que no lo tienen.
Podemos afirmar que el sexo es el motor del ejercicio porque genera bienestar y felicidad en el estado anímico de las personas. Sin ir más lejos un caso muy conocido es el jugador brasilero Ronaldinho cuando afirmó tener relaciones sexuales antes de entrar a la cancha para sentirse satisfecho y feliz.
Claro que el malestar, el cansancio, los dolores musculares, incluso los calambres y desgarros pueden afectar la rutina deportiva si las jornadas sexuales se ven acompañadas de otros factores anti prudentes para el organismo humano. Los casos de personas que se vieron influida de esta forma son aquellas que mientras mantuvieron relaciones sexuales hicieron consumo de otras sustancias alternativas para su estimulación. En los que es muy fácil imaginar el consumo de drogas, energizantes, alcohol, o algún estimulante artificial que produzca un efecto secundario en el cuerpo del atleta.
Sin embargo también es verdad que muchas veces el mal rendimiento en el deporte puede estar ligada a cuestiones corporales una vez que se haya tenido sexo, puesto que una persona que descansa mal y duerme incómodamente no estará facilitada 100% para llevar a cabo una actividad física exitosa.
Así mismo la liberación de tensiones, la satisfacción y la felicidad que se obtiene durante el acto sexual es pase mágico que necesitamos todos para rendir en todas nuestras rutinas y no solamente en nuestra vida deportiva. Si bien no hará mejorías notorias, el sexo será el motor del ejercicio porque iniciará una forma alternativa de llenar y elevar la satisfacción personal de cada uno. Haciendo que no solamente se sienta mejor personalmente, aumentando su autoestima, sino físicamente, cambiando aspectos corporales a través de las actividades que puedan hacerse.