A veces no es cuestión de convertirte en la persona más sexy del mundo, y salir a comprarte todo lo que te haga ver de forma más bonita o bonito, solo se trata de saber cómo reaccionar ante diferentes situaciones con tu compañero y sobre todo tienes que aprender a como destacarte en la cama. Si quieres saber cómo convertirte en la mejor o el mejor amante recuerda que:
- Ninguna persona que no tenga conocimiento de su propio cuerpo puede estimular al otro de manera adecuada. Si nos hemos creído el cuentito de que los seres humanos no debemos masturbarnos y conocer nuestra sexualidad, es hora de empezar a producir un cambio. Nuestro cuerpo tiene diferentes sensaciones dependiendo de qué zona estimulemos y cómo lo hagamos. En ninguna institución nos ensañan sobre las diferentes sensaciones que se producen en cada parte de la anatomía, así que hay que tomar partido por cuenta propia.
- Para convertirse en el mejor o la mejor amante es importante que cualquier persona corra sus límites y su imaginación y disponerse a realizar cualquier práctica sexual. Siempre habrá un límite para lo que no se quiera hacer por ser producto de una molestia física. Si pensamos en las sensaciones que produce el sexo oral en nuestro compañero, seguramente sean más de uno los que se atrevan a intentar hacerlo y dejarse hacer.
- Dejar paso a la imaginación es un punto a favor muy interesante. A veces puede que demos con personas muy cerradas que no sean capaces de acompañarnos en nuestras fantasías, pero en otras ocasiones podemos tener encuentros realmente inolvidables si nos dejamos llevar por lo que tenemos dentro de nuestra mente. Las fantasías son el motor de la estimulación, pueden o no cumplirse, pero si no se materializan nunca se pierde la posibilidad de imaginarlas mientras se tiene sexo. Claro que dependiendo con quién sea tendremos que hacerlas silenciosas.
- Otra forma de convertirse en la mejor o el mejor amante es cambiando la rutina sexual. Si hacemos siempre las mismas posiciones y llevamos los mismos ritmos, es imposible que nos divirtamos. Hay que cambiar y encontrar las formas que más nos gusten y no caer en la tentación de hacer siempre el misionero o el perrito. Si no tienes mucho conocimiento puedes valerte del kamasutra, y si las conoces solo tienes que animarte a probarlas.