Puede que suene muy fuerte decir que mucho de los seres humanos pasan grandes periodos sin sexo, pero solo será trágico si nos dejamos llevar por las condiciones de vida que ofrece una sociedad ideal, puesto que la falta de sexo en las personas es tan cotidiano como la vida misma. Llevar tiempo sin sexo no significa ser un solitario y mucho menos que paceremos toda la vida así, a veces puede que nos hayamos peleado con nuestra pareja y sea el momento de estar solos. Sin embargo el tiempo sin sexo parece modificar a los seres humanos, y provocar comportamientos característicos Fíjate si a ti no te pasa esto
- Inseguridad: cuando pasa tiempo sin sexo la baja autoestima dispara justo al centro de uno. Claro que dudarás en tener sexo con otra persona, pero también empezarás a sentir inseguridad en todos los campos de tu vida: ya sea el trabajo, las relaciones con los amigos, los hobbies. Lo importante es que sepas que no estás fallando ni eres malo para tu entorno, sino que la sexualidad va de la mano con nuestra seguridad personal.
- Cansancio constante: el tiempo sin sexo es tiempo que el ser humano invierte energía en otras cosas. La energía sexual debe ser encausada justamente en las relaciones sexuales, de lo contrario el estrés aparecerá y seremos una bomba del tiempo.
- Problemas cardiacos: todos sabemos que para tener un óptimo funcionamiento del corazón lo mejor siempre será realizar ejercicios cardiovasculares, entonces ¿qué mejor que el sexo? Cuando uno está acostumbrado a tener sexo diariamente, y pasa a tenerlo esporádicamente, puede que nuestra frecuencia cardiaca se vea afectada, llegando en algunos casos a producir ataques cardiacos o muertes súbitas.
- Depresión: cuando se pasa tiempo sin sexo es normal que los humos hagan que nos sintamos tristes por largos ratos. Esto se debe a que carecemos de deseo sexual. La depresión siempre irá de la mano con el deseo sexual, por ello mientras menos sexo tengamos más tristes y sin ganas de nada nos vamos a sentir.
- Irritabilidad: no sería de llamarnos la atención que al pasar tiempo sin sexo la irritabilidad y el mal humor se hagan presentes en nuestra vida. Cuando no tenemos sexo solemos enojarnos con mayor frecuencia por los mínimos detalles. Así que contrólate, respira profundo y evita enojarte contigo mismo y con los que te rodean.