Conocido médicamente como deseo hipoactivo, este trastorno puede afectar tanto a mujeres como a hombres que ven una baja considerable de sus ganas de tener sexo. Te invitamos a conocer algunas de las causas más frecuentes.
El deseo sexual puede bajar (y hasta desaparecer por completo) por causas físicas o sicológicas. En el primer grupo están las enfermedades que pueden generarnos tal malestar que no nos da tiempo ni ánimo para querer tener sexo, también el consumo de ciertos medicamentos y cambios o trastornos hormonales pueden generarnos lo mismo. Ahora cuando se habla de causas sicológicas es posible reconocer la experiencia de algún evento traumático, el duelo, las peleas en pareja, el estrés (por trabajo o llegada de hijos) e incluso la falta de novedad y rutina que tiende instalarse en una relación estable.
Lo primero que hay que hacer es reconocer que hay un problema con uno y con la pareja y este es quizás es el paso más difícil, ya que implica sincerarse. Luego, es recomendable visitar a un especialista para recibir un diagnóstico exacto de la causa de la falta de deseo sexual y por último tomar siempre en cuenta que la sexualidad se trabaja y que jamás hay que pretender que el deseo llegue solo o regrese por arte de magia y que pretender que se mantenga intacto al que había en el inicio de la relación es fantasioso.
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