Cuando ya conocemos todo del otro es muy probable que nuestro deseo y nuestro entusiasmo hacía él comience a disminuir. Sin embargo, todo lo que queremos es seguir sintiéndonos estimulados y complacidos con nuestro compañero y generarle lo mismo al otro. Sin embargo, aunque creamos lo contrario no se necesitan cosas de otro mundo para que no se apague la pasión. Tan solo tenemos que dominar unos sencillos métodos, y no olvidarlos nunca, para hacer que el fuego no se acabe nunca. Así que recuerda.
- Mirarlo siempre a los ojos: en los ojos está el mundo de la otra persona, y en ese mundo su animal sexual. Si quieres que la pasión no se apague, no permitas que su mente y su atención se disipen para otro lado y tráelo solo para ti. A veces mirar a los ojos a la otra persona no es una acción fácil, pero procura ser lo suficientemente fuerte y seductor para lograrlo.
- Dejarlo observar: puede que no te resulte lo más cómodo dejar que te observen, pero deberás entregarte si quieres que no se apague la pasión. Puedes vestirte de una forma seductora y especial si no te animas a mostrar tu cuerpo desnudo, y si lo haces pues mucho mejor. Pon música relajante que ayude a los dos a entregarse y que ambos puedan disfrutar del momento.
- Cambia las acciones: para que no se apague la pasión hay que evitar realizar siempre la misma rutina sexual. Así que trata de no hacer siempre lo mismo. Propone juegos y nuevas aventuras. Pueden probar con introducir algún juguete sexual, o algo que sirve de estimulante para la pareja.
- Usar la lengua: la meta es que la pasión no se apague, lo que no significa que la lengua tenga que estar ligada solo al sexo oral. Puedes hacerlo si quieres, pero sino debes saber que la boca es un instrumento estimulante muy poderoso. Los besos, en cualquier parte del cuerpo resultan ser muy excitantes, así que tienes que atreverte a conocer y recorrer el cuerpo de tu compañero con tu lengua.
- Cambiar los lugares para hacerlo: que la cama no se vuelva el lugar común para hacer el amor. Vamos a hacer que no se apague la pasión recorriendo y haciéndolo en otros lugares de la casa, o a cumplir fantasías en otros lados un poco más público.