Si bien la mayoría de las veces cuando se habla de feromonas pensamos en animales, cada vez son más las personas que conscientes de la importancia de los aromas para imponer una atracción sexual en la otra persona, le prestan más atención a sus olores e intentan paliar la falta de producción de feromonas naturales con productos sintéticos.
Las feromonas en los humanos tienen un tipo de actuación un tanto más complejo que en el resto de animales ya que las feromonas prácticamente no tienen olor, por eso son captadas por un órgano del vómer nasal (OVN) que se sitúa en la parte trasera de la nariz. Por este canal, se envía la información al hipotálamo del cerebro desde donde se controlan todos los instintos sexuales de una persona. El OVN se forma por dos órganos sensoriales que son independientes al olfato como tal. Esos dos órganos están conectados con el sistema nervioso en el hipotálamo y tiene que ver con las emociones y con los estímulos sexuales que nuestro subconsciente percibe.
Si bien los feromonas como tal no tienen un olor, se puede comparar con el olor al almizcle. Cuando compramos feromonas en fragancias que dicen sin olor significan que el concentrado de la sustancia es más fuerte. Si se combina con el uso de perfumes o desodorantes naturales, podrá disimular y hacer pensar que su atracción es por ese olor cuando en realidad es porque las feromonas sin olor han llegado a la función donde debían llegar.
Las feromonas si funcionan, pero no debe creer que al utilizarlas automáticamente podrá atraer a cualquier persona que desee y que tendrá una atracción sexual incontrolable por usted. El uso de feromonas es una herramienta más de atracción como lo puede ser la ropa sensual o una buena mirada. Además, hay personas que reaccionan más que otras a las feromonas porque tienen mayor capacidad de percepción a ellas, lo cual hace que las reacciones de cada ser sean muy diferentes entre si, no pudiendo tener un patrón único. Todo dependerá de la sensibilidad del receptor en su OVN. Aunque se crea que las mujeres son más perceptibles y sensibles que los hombres la realidad es que cada ser es distinto por lo que es imposible predecir cómo reaccionará.
El uso de feromonas tiene como positivo que no da ningún efecto secundario y que puede guardarse durante años conservándose de manera intacta. Es importante que tenga en cuenta que el uso de feromonas es solo para uso externo, como lo es un perfume o un desodorante.
En general, las personas que utilizan feromonas lo hacen con fines profesionales, para generar una imagen positiva a otra persona y así poder firmar acuerdos o cerrar negocios. Quienes más lo usan son los que se dedican profesionalmente a las ventas ya que notarán que los demás están más receptivos a la información que quiere brindar. Por otro lado, las personas mayores también son las que más hacen uso de ellas, ya que su cuerpo naturalmente ha perdido la capacidad de generar feromonas por lo que deben hacer uso de estas de forma sintética.
Aún así, hay que ser conscientes en qué situaciones usarlas. Las feromonas tienen mejores resultados en sitios abiertos como bibliotecas, tiendas o lugares laborales que en sitios muy cerrados como lo puede ser una discoteca, en la cual con el humo del tabaco y el sudor del resto de las personas puede que no se perciban adecuadamente. En estos casos hará falta administrar mayor cantidad de feromonas para que cumpla los objetivos requeridos. Lo mejor para saber cómo funcionan es probarlo por uno mismo y así, poco a poco aprenderá cómo administrarlo y en qué momento es mejor su utilización para mejorar su calidad de vida.