¿Nunca te has preguntado por qué la mayoría de las personas insiste tanto en lo bueno que es tener sexo? Aunque la mayoría lo hace con el afán de estimularte a tener un momento placentero, lo cierto es que existen beneficios que ayudan al funcionamiento psíquico y físico de todo ser humano. Por ejemplo:
- Ayuda a prevenir el cáncer: en el caso de los hombres tener sexo ayuda a evitar el cáncer de próstata. Esto se debe gracias a la eyaculación. Si tenemos sexo 3 o 4 veces por semana el riesgo de contraer la enfermedad estaría reducido a un 35% de probabilidades.
- Ayuda a la regularidad en las mujeres: todos sabemos que existen aquellas chicas que tienen periodos regulares y chicas que tienen periodos irregulares. Quien los tenga irregulares sabrá el dolor de cabeza que produce pensar el hecho de cuando nos llegará la regla. Sin embargo tener sexo produce que el siclo sea más estable además de estabilizar el cuerpo llegado el momento de la menopausia y la producción de exitoxina.
- Efecto analgésico: no se trata de que cada vez que nos duela la cabeza o tengamos nauseas o mareos acudamos a una pastilla sanadora, podemos pasarla mejor si tenemos sexo. Si lo que queremos es aliviar nuestros dolores, tan solo tenemos que poner nuestro cuerpo en producción de endorfinas y para que ello suceda lo que hay que hacer es estimular nuestra zona genital.
- Refuerza el sistema inmune: claro que esto tiene que ser algo cotidiano, así que si estás en pareja trata de hacerlo diariamente, pues tener sexo produce una mayor generación de anticuerpos que van a protegerte de cualquier enfermedad, sobre todo si de gripes o problemas respiratorios se trata.
- Fortalece las relaciones: cuando uno comienza a tener sexo frecuentemente empieza a mejorar su autoestima y la visión que tiene del mundo. El buen humor permite que nos relacionemos directamente con las personas que nos rodean, y sobre todo con nuestra pareja. Si aprovechamos que tener sexo aumenta los niveles de exitocina veremos cómo se refuerzan todos nuestros lazos.
- Atrae el sueño: realmente es muy difícil no dormirse después de tener sexo. Cuando se alcanza el orgasmo el cuerpo entra en un estado de relajación gracias a la disminución de los niveles de dopamina y el aumento de prolactina. Por ello a todas las personas que les cuesta conciliar el sueño, no habrá nada mejor que tener sexo.