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Así como existe el punto G en la mujer, que bien conocido es como la zona más excitante en ellas, en los hombres existe otro punto similar que es capaz de darles millones de sensaciones de placer. Este punto se llama el Punto P, una zona que realmente muy pocas personas conocen realmente o tienen información sobre ella, ya que suele ser una zona tabú o que los hombres intenta que no se les toque. La realidad es que el punto P del que hablamos, es un punto que se ubica en la próstata, una zona muy sensible por toda la gran cantidad de nervios que se alojan allí. El hombre proviene del griego y quiere decir ?el guardián? o ?El que está primero?. Es un órgano glandular, en donde hay unas cuantas células que son en parte las encargadas de crear el semen en el hombre lo que hace que nutra a los espermatozoides en su interior. Justo en la parte inferior del recto, por debajo de la vejiga y por encima del perineo se puede localizar el punto P. Cuando el hombre eyacula, a los testículos llega un líquido en la zona de las vesículas seminales que se llama licor prostático. Es la próstata la encargada de crear y producir todo ese líquido que aparece en la eyaculación por eso es que cuando se lo estimula se produce una sensación de placer similar al acabar del hombre pero sin eyaculación. Pero el hecho de estimular el punto P del hombre, no sólo está condicionado por llegar al clímax sino que cuando se lo acaricia debidamente puede llegar a generar en el hombre multiorgasmos imposibles de detener. Lo interesante es aprender a cómo estimular el punto P del hombre para poder llegar a este punto y conseguir lo que se desea. Para ello, bien se puede optar en primer lugar por una autoexploración, con el fin sobre todo de perder el miedo a la zona y de lograr lo que se proponga. La autoestimulación puede ser manual o con la ayuda de algún juguete erótico fabricado especialmente para la zona. Generalmente es la ducha el lugar indicado para este tipo de autoexploración ya que el agua ayuda a que la zona se relaje mucho más.
En un primer momento vas a sentir el ano pero en la parte más profunda se va a llegar a la próstata y se reconocerá por su forma de bola que tiene un tamaño de estilo nuez.
En todos los casos, tanto sea en la autoexploración como en la estimulación por parte de la pareja hay que hacer uso de un lubricante con el fin de que la zona no se irrite y esté perfecta.
Cuando se le permite a la pareja que sea quien estimule el punto P hay que pedirle que tenga mucho cuidado porque se trata de una zona muy sensible y que puede llegar a lastimar al otro, sobre todo si no se lubrica bien o si se hace sorprendiendo al otro sin pedir permiso previo.
La estimulación del punto P por parte de la pareja puede ser por masajes, caricias o incluso por sexo oral, cuando se hace en la zona media entre el ano o los testículos. También puedes hacer uso de la estimulación interna junto con tus dedos o con el uso de juguetes sexuales específicos para ello.
La zona para que se estimule necesita previamente de una excitación importante ya que de lo contrario no se conseguirá lo que se busca. Y la relajación por parte de la otra persona también es básica para conseguir el disfrute.
Puede que en un primer momento haya algunas dudas sobre ello, pues hay muchos tabús alrededor con el hecho del punto P ya que algunos hombres creen que si les gusta, va a significar que tienen una preferencia sexual diferente a la de ahora y se los pueda considerar Gays. La realidad es que nada de eso es verdad porque se trata nada más ni nada menos que de una zona diferente a estimular que dejarla de lado sería una picardía por la gran cantidad de placer que es capaz de dar.