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La masturbación es muy saludable tanto en hombres como en mujeres de todas las edades, pero cuando ésta se vuelve el centro de la vida de alguien es cuando comienzan los problemas.
Partimos de la base y diciendo firmemente que la masturbación es un acto completamente normal y saludable tanto para hombres para mujeres de todas las edades. Muchos piensan que es sólo normal en la época púber o de adolescencia, pero no es así, puede ser saludable durante toda la vida. De hecho, se han confirmado científicamente una serie de beneficios a la estimulación auto erótica, por ejemplo, nos fortalece el sistema inmunológico, y en las mujeres previene los dolores pre menstruales, entre tantas otras ventajas.
Sin embargo, como todo en la vida, el exceso de masturbación es nocivo. Ahora, claramente no se puede determinar cuántas veces al día, semana o al mes es bueno masturbarse, pero sí se ha podido establecer cuando la masturbación se vuelve compulsiva.
De partida una persona que es ?adicta? a la masturbación es incapaz de dejarla, sin importar si hay o no tiempo para ello. Esto pasa porque cuando uno se masturba, se liberan una serie de químicos en el cerebro que generan bienestar. Por ende, quien está adicto a ella, buscará, de la forma que sea, reducir sus niveles de ansiedad a través de esta práctica, tal como quien busca el alcohol o el tabaco o el consumo de drogas para evadirse. Vale decir, la masturbación deja de ser un acto placentera, sino que un método de evasión.
La masturbación compulsiva afecta distintos aspectos de la vida: laboral, familiar, social y de pareja. Viene muchas veces acompañado de sentimientos de culpa y frustración, hasta vergüenza. En el peor de los casos, las personas incluso pueden llegar a quiebres amorosos o pérdidas de sus trabajos por esto.
Cuando el compulsivo, intentar dejar de lado la masturbación, se asoman otros síntomas que son propios de la abstinencia como insomnio, irritabilidad, dolor de cabeza y hasta temblores.
También la persona suele preferir la masturbación antes que las relaciones sexuales, ya que, volvemos a repetir, ven en ellas un método para bajar sus niveles de ansiedad, además sienten que de esta manera, también evaden algunos aspectos que sí hay que tener en una relación sexual, como conexión y ternura.
Hay formas de tratar la masturbación compulsiva, como mediante una terapia sicológica que busca a encontrar el origen de este mecanismo de defensa. El problema está en que muchas personas no ven este problema como un trastorno, sino que más bien como un vicio por lo que no piden ayuda.