Una conexión más fuerte: sí, estamos hablando de emociones. En el invierno, el clima afecta directamente las emociones de las personas y tienden a buscar más contención con sus parejas. Por tanto no es de llamar la atención que durante ésta época la pareja se trate de reconectar, y ¿qué mejor manera que en la cama?, existen muchas razones psicológicas que lo explican, no obstante lo mejor es que el invierno crea más situación para intimar. Antidepresivo: como dijimos anteriormente el invierno afecta directamente las emociones y sentimientos de las personas. Días grises, cortos, fríos, y el sol poco se siente algo que hace que podamos sentirnos un poco triste en general. Estos factores hacen que las personas se sientan más depresivas que lo habitual, y una forma muy efectiva de contraer la angustia es teniendo sexo con la pareja o algún amante. Sin embargo, en estas fechas lo mejor es que el sexo sea seguro, de lo contrario será pero el remedio que la enfermedad. Mucho tiempo dentro de casa: cuando hace frío a los humanos nos da pereza salir de nuestra casa, una vez que terminado el día laboral. Nos gusta encerrarnos y quedarnos al lado de la estufa. En invierno, aunque no parezcan las actividades juntos crecen, miramos películas, cocinamos y pasamos más tiempo pegado uno al otro. Esto provoca que a la hora de dormir saquemos el pijama o babydoll más caliente que pueda llevarnos a la cama. También el hecho de querer ir a la cama pronto porque hace frío ayuda a que la situación sea mucho más dispuesta a tener sexo. Los hombres son más amorosos: el amor está en el aire diría alguna canción. Sin embargo, científicamente comprobado, unos estudios aseguran que los hombres se vuelven más amorosos en invierno y por tanto la libido es más alta en época de frío. Si las chicas aprovechan, y el calor en el hogar acompaña, o por lo menos en la habitación, podrán disfrutar de un sin fin de sensaciones juntos.
Sexo en Invierno
Aunque muchos pensarán el que el verano es el momento que más sexo se tiene, pues resulta ser todo lo contrario. Aparentemente en la cama resulta suceder todo lo contrario de lo que afuera pasa, mientras las temperaturas bajan, entre sabanas (o donde más les guste) suben.