Aunque el bichito infectuoso de que sólo las mujeres son capaces de fingir en la cama pica en todos lados, lo cierto es que no son solamente ellas quienes se dan la oportunidad de acabar con un momento tedioso, de una mala manera, con el único fin de complacer a su pareja.
Las causas son varias. Habría que investigar cada caso en particular para ver cuál es el motivo por el que afecta a las personas y así poder mejorar su condición, sin embargo, aquí tenemos una lista de las principales causas por las que las personas, tanto hombre como mujeres fingen en la cama.
Miedo: el miedo es el principal enemigo de las relaciones humanas. En el sexo el miedo se da por tener el vago prejuicio implantado de que se debe, obligatoriamente, satisfacer al máximo a la otra persona. Cuando alguien empieza a pensar que puede llegar a defraudar a su pareja y no lograr que esta consiga llegar al punto máximo de placer, empieza el problema y ante la desconcentración la persona termina por fingir. Este hecho tapa situaciones psicológicas tales como: sentirse inexperta, y pensar que se le está haciendo mal al otro. No se trata de ser buenos actores, simplemente que este tipo de pensamientos debe tener un buen tratamiento.
Conflictos cotidianos: si sentimos que el sexo está fallando y que tenemos que fingir, lo mejor es que le echemos un vistazo a la agenda y veamos todas las cosas que realizamos por día. El cansancio y la rutina hacen que lleguemos a casa sin ganas de hacer algo, y ante el encuentro amoroso con nuestra pareja tengamos que cumplir con ella para no generar un mal pensamiento o confianza en el otro. Para ello lo que se debe hacer es buscarle una solución o una mejor distribución a las actividades exteriores que afectan nuestras relaciones íntimas.
Siempre las mismas prácticas: hacerlo todos los días, en el mismo lugar, con la misma persona, la mismas posturas, los mismos ritmos, los mismos juegos, entre otros cansa y no se genera otra cosa que querer que el momento acabe de una vez. Esta ocasión es la razón más fuerte por la que fingen las personas.
Simplemente lo mejor que se puede hacer para ello, es hablar y buscar estimulantes alternativos que ayuden a fortalecer la relación que se tiene entre las sabanas. Visitar una tienda sex shop o comprar en un sexshop online no viene nada mal para estas circunstancias.